La Pisada del Caballo

LA PISADA DEL CABALLO

“…Tras la batalla (de Tentudía) las huestes sarracenas derrotadas y en huida, se ven acosadas por el ejército cristiano capitaneado por el Apóstol Santiago. Los restos del ejército musulmán emprenden su dramática retirada al abrigo de la topografía del terreno, donde son frecuentes las quebradas y barrancos, llegando así hasta el que se conoce hoy con el nombre de Martín Gil, por cuyas escabrosas profundidades discurre el arroyo de Los Linos, a la sazón seco sufriendo, también, el ejército cristiano las penalidades del calor y de la sed. Llegado un momento, los perseguidores desfallecen mostrándose incapaces de continuar el hostigamiento para culminar la victoria. En medio de esta situación desesperada el caballo que monta el Apóstol Santiago pisa, fuertemente, una roca y desde sus entrañas brota, al instante, un raudal de agua limpia, fresca y ferruginosa… con la que saciar la sed y restañar las heridas del combate.

Desde entonces la fuente vierte sus aguas al arroyo de Los Linos y junto a ella perdura la pisada del caballo grabada en la roca. Esta leyenda y la huella, clara, de lo que parece ser la herradura de un caballo inspira el nombre de la fuente.»

 

Fuente: Domínguez Moreno, J. M. (2008). Animales guías en Extremadura (I). Revista de Folklore, 28a, nº 330, pp. 183-198. Recuperado de http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?id=2492