Category: Leyendas Tradicionales

El Cura Lobo de Casar de Palomero

EL CURA LOBO DE CASAR DE PALOMERO

Hablamos de licantropía y para ello nos trasladamos hasta Las Hurdes, en concreto en Casar de Palomero. Cuentan los más antiguos del lugar que estaba el cura del pueblo diciendo una misa votiva (*) en la Ermita de la Cruz Bendita justo antes de comenzar una batida de lobos.

En el momento de la consagración, cruza el santuario un gamo perseguido por una manada de lobos, que no consiguen darle caza, pues acaba escapando de los canes.

«El cura afirma que si él fuera lobo sería capaz de dar caza al gamo, acto seguido parece que por obra y castigo divino el cura se convierte en lobo saliendo de inmediato a perseguir al cérvido.»

El cura no volverá a su condición de humano hasta que no de caza al gamo y encuentre a otro cura que le quite la maldición.

(*) Las misas votivas son las que no se celebran por un misterio especial del Señor o una fiesta o memoria de santos, sino con una Intención «votiva», devocional, que se eligen según la piedad de los fieles.

 

Fuente: https://alcazaba.unex.es/~emarnun/

La Puerta de la Traición de la Alcazaba de Badajoz

 

LA PUERTA DE LA TRAICIÓN DE LA ALCAZABA DE BADAJOZ

La Puerta de la Coraxa, Coracha o también conocida como de la Traición es una de las puertas de la alcazaba árabe de Badajoz, se encuentra situada en la cara noroeste de la fortaleza. De estilo califal posee un arco de herradura y la fechan entre los años 1.031 y 1.094, en la época del Reino Aftasí de Badajoz, aunque recientemente se va imponiendo la tesis de que posiblemente tenga origen almohade.

Se la conoce como la Puerta de la Coraxa o Coracha por la existencia de un cercano muro que permitía a sus moradores poder coger agua del arroyo Rivillas y llevarla a una torre albarrana cercana sin el peligro de salir de la fortificación.

Es también conocida como la Puerta de la Traición por las crónicas tanto árabes como cristianas que nos hablan de un suceso acaecido en ella y que a continuación relatamos:

Para situarnos, indicar que la historia sucede en el siglo XII, cuando en la parte oeste de la península ibérica guerreaban musulmanes, portugueses, castellanos y leoneses. El 23 de junio de 1.158, los hermanos Fernando II de León y Sancho III de Castilla, firmaron el tratado de Sahagún, acordando guerrear contra los musulmanes y repartirse los territorios conquistados. En el caso de que uno de los dos hermanos falleciese, el superviviente heredaría el reino del hermano difunto, y la repartición del Reino de Portugal.

En aquellos entonces Badajoz aún era musulmana, aunque esta plaza se encontraba muy debilitada por lo que mantenía un pacto de vasallaje, a cambio de tributo, con el rey Fernando II de León. En 1.168, el rey de Portugal Alfonso Enríquez, decide asediar la ciudad. Formó su ejército bajo las órdenes del Capitán Geraldo Sempavor, conocido como el “Cid Portugués”, quien partió hacia Badajoz conquistando previamente plazas como Évora, Alconchel o Beja. La toma de la actual capital pacense se debió producir al año siguiente, en 1.169. Tras su conquista, Geraldo Sempavor se retiró a Lisboa dejando en la alcazaba un alcaide nombrado por él mismo, pero los moros de Badajoz no tardaron en revelarse contra el alcaide y los cristianos volvieron a reconquistar la fortaleza.

Este hecho hizo que un año más tarde el mismísimo rey Alfonso Enríquez se presentara con un numeroso ejército para su toma definitiva. Cuando se encontraban en el fragor de la batalla combatiendo en intramuros uno por uno todos los baluartes interiores, apareció por sorpresa Fernando II de León, lo que desconcertó tanto al monarca portugués que emprendió la huida junto a su ejército, su caballo cabalgaba veloz en dirección noroeste hacia uno de los accesos de la fortaleza, cuando tropezó con un cerrojo que existía en una de las puertas. Esto lo hizo descabalgar y rodar por el suelo con una pierna fracturada. Cayó prisionero del monarca castellano, aunque fue liberado más tarde a cambio de la restitución de las plazas tomadas, desde entonces cuentan que su salud se vio debilitada y murió al poco tiempo.

Recientes estudios parecen demostrar que este hecho histórico debió haber tenido lugar en una puerta de las murallas exteriores de la ciudad, y no de la alcazaba. En el caso de que esto fuera cierto el siguiente paso sería localizar la puerta de acceso en la que Don Alfonso Enríquez se fracturó la pierna.

 

Fuente: Extremadura Misteriosa. Recuperado de http://www.extremaduramisteriosa.com/la-puerta-de-la-traicion-de-la-alcazaba-de-badajoz

La Leyenda de la Virgen de Belén

LA LEYENDA DE LA VIRGEN DE BELÉN

Es una leyenda que transmitida de padres a hijos, data seguramente de tiempos anteriores a la invasión árabe.

Cuenta la leyenda, que yendo unos zagales cerca del río Almorchón pastoreando sus ovejas, uno de ellos se acercó para beber agua de un arroyo. En ese mismo instante pudo ver la imagen de la Virgen reflejada en el agua, pero al levantar la mirada no vio a nadie, por lo que decidió no decirle nada a sus compañeros al creer que se trataba de una ilusión óptica.

Al día siguiente volvieron los pastores al mismo lugar, cuando hicieron una parada para el almuerzo el mismo pastor volvió a ir a beber agua del mismo arroyo, en ese justo momento volvió a aparecérsele la Virgen y quedó paralizado por la emoción. Al darse cuenta sus compañeros de que algo ocurría acudieron rápidamente para ver que estaba sucediendo y también pudieron contemplarla, al alzar la mirada vieron la imagen de la Virgen sobre las encinas, en ese mismo instante hincaron sus rodillas en el suelo para rezarle.

Los días posteriores la noticia corrió como la pólvora entre los alrededores y comenzaron a llegar personas de todas partes para hacerle rogativas.

Más tarde se levantó la ermita de la Virgen de Santa María, que se transformó en lugar de peregrinación. Su existencia se conoce desde el siglo XII, cuando la villa pertenecía a los Templarios.

A modo de anécdota, se puede observar como algunas de las encinas del lugar dan bellotas con una silueta grabada que parece ser la Virgen. El Santuario de Nuestra Señora de Belén está declarado de Interés Cultural por la Junta de Extremadura (1990), es el monumento histórico-artístico más importante de Cabeza del Buey y uno de los más relevantes de la comarca de la Serena.

 

Fuente: http://www.ecabezadelbuey.com/belen/fiestas.htm

El lagarto de Calzadilla

EL LAGARTO DE CALZADILLA

En la pequeña localidad cacereña de Calzadilla es popular una leyenda que habla sobre un gigantesco reptil que años atrás sembró el pánico entre los vecinos de la población. Un relato con distintas variantes, pero con un hilo central común: una descomunal bestia con aspecto de saurio amparándose en la soledad de la madrugada atacaba a los rebaños dejando los cadáveres de las ovejas destrozados y despedazados.

Y es que cuenta la tradición que hace ya más de cuatrocientos años, para otros el suceso ocurrió a lo largo del siglo XVIII, los vecinos del pueblo comenzaron a encontrarse al amanecer una gran cantidad de ovejas muertas en sus rediles. Los animales aparecían desangrados y sus cadáveres destrozados y esparcidos por el suelo. Los vecinos no daban crédito a lo ocurrido ¿Qué terrible alimaña podría causar tales males?

Una versión de la leyenda cuenta que cierto día un pastor conocido como Colás, que iba con su perro y un pequeño rebaño por el campo se topó con un gigantesco lagarto que intentó atacarlo, el perro salió en su defensa, pero fue despedazado por el terrible animal.  En aquel momento Colás se encomendó al Cristo de la Agonía, el cual convirtió milagrosamente su cayado en una escopeta, algunos hablan de que fue convertido en una ballesta, y de un certero disparo terminó con la vida del animal. Acto seguido Colás escuchó una voz sobrenatural que decía: “¡Rota quedarás para que a nadie mates más!” y al momento el arma quedó destruida. El pastor agradecido por la intercesión divina quiso ofrecer a su protector la piel del animal, la cual, aunque carcomida por el paso de los años cuentan que aún puede verse en la ermita del Cristo.

Otra variante de la leyenda habla de que durante una temporada rebaños enteros de ovejas amanecían despedazados en sus apriscos. Los habitantes del pueblo comenzaron a preocuparse y empezaron a organizar patrullas nocturnas de escopeteros para dar caza a tan terrible animal. Cierta noche, consiguiendo dar con él. El gigantesco lagarto se vino hacia los escopeteros, los primeros disparos fueron repelidos por las gruesas escamas óseas del animal, por lo que pensaron que sería tarea imposible. Pero en el momento en que abrió la boca, un certero disparo termino con su vida. Los vecinos decidieron llevar el cadáver del animal al pueblo y exponerlo como trofeo, posteriormente se decidió curtir su piel y ofrecerla en agradecimiento al Cristo de la Agonía.

Pero ¿Desde que lejanas tierras pudo llegar este gigantesco lagarto hasta estos lares? La leyenda habla de que posiblemente algún calzadillano indiano, que volvió de las Américas enriquecido lo trajo consigo siendo aún una cría. Al crecer de forma tan desmedida aquella persona lo abandonaría y así fue como comenzaría a sembrar el pánico en la localidad. Del único calzadillano del que se tiene constancia que estuviera en Las Indias fue el dominico reverendo Fray Tomás Ortiz. Regresó con 20 religiosos a España en 1528 y falleció en 1532.

 

Fuente: Extremadura Misteriosa. Recuperado de http://www.extremaduramisteriosa.com/el-lagarto-de-calzadilla

¿Destruyó una plaga de hormigas asesinas «Cheles el viejo»?

¿DESTRUYÓ UNA PLAGA DE HORMIGAS ASESINAS «CHELES EL VIEJO»?

Cheles es una población pacense fronteriza con Portugal que se ubica actualmente cerca del embalse de Alqueva. Digo se ubica actualmente porque hace cinco siglos la villa se encontraba situada junto a la Sierra de San Blas cerca del río Guadiana, unos kilómetros más al norte de su actual emplazamiento.

En torno al año 1.500, en el siglo XVI, el tercer señor de Cheles Don Juan Manuel de Villena, decidió, no sabemos por qué motivo, trasladar la ubicación del pueblo más al sur. Sin documentos que acrediten el por qué de su reubicación, la tradición oral nos habla de posibles epidemias transmitidas por mosquitos que infectaban las aguas del río Guadiana y de una plaga de hormigas asesinas que asedió el municipio. Sea cual fuere el motivo lo que si es cierto es que el pueblo terminó siendo abandonado y sus habitantes tuvieron que establecerse más al sur.

Y precisamente la posible plaga de hormigas asesinas es la leyenda que nos ocupa, como hemos dicho antes, sin que existan documentos que lo atestigüen, pero con una fuerte presencia oral, se cuenta que “Cheles el viejo”, como es conocido el antiguo pueblo, fue destruido por una masiva invasión de hormigas que devoraron todo a su paso.

Cierto día en torno al año 1.500, millones de voraces hormigas comenzaron a tomar el pueblo. No solamente destruían la madera que armaba las casas, si no que también terminaban con toda la vegetación que encontraban a su paso. El pueblo se vio claramente sobrepasado por este suceso, los más antiguos del lugar aún a día de hoy nos narran el pánico que sufrieron sus antepasados ante esta terrible invasión. Algunas historias nos hablan de como los padres intentaban proteger a sus hijos de estos insectos subiéndolos en hamacas que colgaban de las encinas pensando que allí estarían a salvo. La parte más terrible de la historia es escuchar como las hormigas se cebaban especialmente con los niños y el ganado, a los que mordían llegando en ocasiones a producir la muerte.

Los habitantes del pueblo, cierto día decidieron cortar por lo sano y para destruir al enemigo terminaron también con el pueblo prendiéndolo fuego, tras encenderlo, huyeron hacia el río para protegerse de las hormigas, desde allí observaron, muchos de ellos aún heridos, como el pueblo era destruido.

Del primer emplazamiento, ubicado en la dehesa junto a la Sierra de San Blas, los únicos vestigios que quedan son los restos del castillo, dos ermitas y algunas viviendas. Actualmente los únicos habitantes que existen en el antiguo Cheles son las hormigas.

Verdad o leyenda, lo que si es cierto, es que hace cinco siglos, los vecinos del pueblo tuvieron que emigrar hacia un nuevo emplazamiento sin que exista constancia documental del motivo.

Fuente: Extremadura Misteriosa. Recuperado de:  http://www.extremaduramisteriosa.com/destruyo-una-plaga-de-hormigas-asesinas-cheles-el-viejo

 

El Alto del Espino

EL ALTO DEL ESPINO

Poco se sabe sobre la fundación de la ermita de la Soledad de Aceuchal y sobre cuando fue proclamada patrona de la localidad. Durante años se pensó que el edificio fue fundado en 1732 debido a un pequeño cuadro existente en la sacristía, pero posteriormente descubrimos cómo el escritor emeritense Bernabé Moreno de Vargas la menciona en 1633 cuando se refiere a Aceuchal.

En cualquier caso, son varias las leyendas que circulan en la comarca sobre la Virgen de la Soledad y la fundación de su ermita. Cuenta la tradición que hace ya muchos años, en la localidad sucedió un hecho milagroso que desencadenó una fuerte devoción por esta Inmaculada.

Cierto día de un lejano año, un humilde agricultor azada al hombro se dirigía una mañana temprano a labrar sus tierras, ubicadas en la cercana ciudad de Almendralejo. Caminaba por la vereda ensimismado, pensando en el trabajo que tenía por delante, de repente al fondo pudo divisar con estupor la silueta de un toro que pastaba plácidamente. El agricultor decidió alejarse un poco del animal rodeándolo, pero el astado notó la presencia del aldeano y sintiéndose amedrentado se dirigió con gran fiereza hacia él. El pobre hombre no disponía de un lugar seguro donde guarecerse, pues se encontraba rodeado de campos de vides y cereal. En aquel mismo instante, pensando que nada le salvaría de la brutal embestida, hincó las rodillas en el suelo e imploró a la Virgen de la Soledad para que le salvara de lo que parecía una muerte segura. La Virgen debió escuchar sus plegarias porque tras un tremendo estruendo surgió desde el fondo de la tierra un gran espino justo delante de él que le protegió del animal.

Nada más llegar al pueblo, casi sin aliento contó a los vecinos el hecho milagroso que le había ocurrido. La historia corrió como la pólvora por la comarca aumentando así la devoción por la Soledad. El agricultor tras aquel incidente y en señal de agradecimiento, día tras día con un barril en la mano se dirigía hacia el camino que une Aceuchal con Almendralejo y regaba el espino que milagrosamente le había salvado la vida.

«Desde entonces en ambos municipios se conoce el lugar como el “Alto del Espino”, hasta bien entrado el siglo XX se podía contemplar el gigantesco espino, pero con el paso del tiempo y la construcción de la carretera que une ambas localidades desapareció para siempre».

Otros hechos relacionados con la Virgen de la Soledad de Aceuchal:

  • Cierto día, hace ya muchos años, una niña se encontraba perdida y vagaba sin rumbo por un gran campo de aceuches. En un instante, la pequeña se vio sorprendida por un hambriento lobo pero la aparición de la Virgen de la Soledad disuadió al animal de sus intenciones.
  • Un Viernes Santo de hace ya muchos años, una niña pequeña desapareció de la casa de sus padres en Aceuchal, por más que vecinos y familiares la buscaron de manera incansable durante horas no encontraron ni rastro de ella. No fue hasta el día siguiente cuando apareció dormida sobre una piedra del arroyo “Cien Arroyos”, al despertar aseguró haber estado con ella toda la noche “una mujer con un delantal blanco y un mantón negro”
  • En esta ocasión el extraviado es un niño, que desapareció del pueblo sin dejar ni rastro y fue encontrado durmiendo plácidamente bajo la cepa de una viña. Al despertar manifestó que estuvo acompañando en todo momento de “una señora muy buena”. Al día siguiente, cuando acudió junto a su familia a la ermita de la Soledad para dar gracias, al ver a la virgen exclamó: “Esa era la Señora”

 

Fuente: Extremadura Misteriosa. Recuperado de http://www.extremaduramisteriosa.com/el-alto-del-espino

 

La leyenda de Santa Marta

LA LEYENDA DE SANTA MARTA

Al dispersarse los discípulos de Cristo… Marta, María Magdalena, San Maximino, Lázaro, su hermano y muchas otras personas, por orden de los infieles, embarcaron en un navío desprovisto de remos, velas, timón y a bordo del mismo, conducido milagrosamente por Dios, arribaron a Marsella, donde desembarcaron. Poco después se trasladaron a Aix y convirtieron a la fe de Cristo a los habitantes de la región.

Marta fue una mujer simpática y muy elocuente. En un bosque situado en las proximidades del Ródano, entre Arlés y Aviñón, había por aquel tiempo un dragón cuyo cuerpo era más grueso que el de un buey y más largo que el de un caballo. Era una mezcla de animal terrestre y de pez, sus costados estaban provistos de corazas y su boca de dientes cortantes como espadas y afilados como cuernos. Esta fiera descomunal a veces salía de la selva, se sumergía en el río, volcaba las embarcaciones y mataba a cuantas personas en ellas navegaban.

Se temía por cierto, que el espantoso monstruo hubiese sido engendrado por Leviatán (que es una serpiente acuática ferocísima) y por una fiera llamada onaco u onagro (especie de asno salvaje propio de la región de Galacia), que desde este país asiático había venido nadando por el mar hasta el Ródano y llegando a través del susodicho río al lugar donde entonces se encontraba. Se decía también que este dragón si se sentía acosado, lanzaba sus propios excrementos contra sus perseguidores en tanta abundancia que podía dejar cubierta con sus heces una superficie de una pigada; con tanta fuerza y velocidad como la que lleva la flecha al salir el arco y tan calientes que quemaban como el fuego y reducían a cenizas cualquier cosa que fuera alcanzada por ellos.

María atendiendo a los ruegos de las gentes de la comarca y dispuesta a librarlas definitivamente de los riesgos que corrían, se fue en busca de la descomunal bestia. En el bosque la halló devorando a un hombre, se acercó la santa, la espejó con agua bendita y le mostró una cruz. La terrible fiera al ver la señal de la cruz y al sentir el contacto del agua bendita, se volvió de repente mansa como una oveja. Entonces Marta se arrimó a ella, la marró por el cuello con el cíngulo de su túnica y usando el ceñidor a modo de ramal, la sacó de entre la espesura del bosque. La condujo a un lugar despejado y allí los hombres de la comarca la alancearon y mataron a pedradas.

Hasta entonces la zona aquella en que el monstruo se escondía por lo sombrío y tenebroso del paraje, se llamaba Nerluc, que quiere decir lago negro. Pero a partir de la captura y muerte del dragón al que la gente designaba con el nombre de Tarascón, en recuerdo de la desaparecida fiera comenzaron a llamar Tarascón a lo que antes habían llamado Nerluc.

Una vez muerto el dragón, María, con el beneplácito de su hermana y de San Maximino, decidió consagrarse a la oración y al ayuno precisamente en aquel lugar de la selva. Pronto se le unieron, con el mismo propósito, varias mujeres. Edificó una basílica dedicada a la bienaventurada siempre Virgen María y un convento anejo en el que todas ellas organizaron su vida de comunidad a base de penitencia y de oración.

 

Fuente: Martos Núñez, E. (1995). Album de Cuentos y Leyendas Tradicionales de Extremadura. Vol. 1. (p. 195).

 

ene a esta Santa. Año, …., no viene detallado.

La Muerte de “El Bicho”

LA MUERTE DE «EL BICHO»

Eliseo Marín, vecino de Nuñomoral, me hacía una demostración de su preclara memoria y me narraba, de un tirón, junto a la carretera recién asfaltada que subía a un soleado Nuñomoral, la historia que a él le contaron sus padres, y a sus padres sus abuelos.

Existen en esta zona -afirmaba Eliseo- las llamadas cuevas del Risco y de la Peña Merina, donde hay un tesoro enterrado con el que mucha gente del pueblo ha soñado hasta tres veces seguidas. En la segunda, muchos contaban que se oía como un tintinar muy raro. Era una poza muy profunda y nadie se atrevió a meterse mucho en ella, pero un día se vio al que dicen “el bicho” huyendo por el fondo de su oscuridad. Era una serpiente de mucho tamaño, más del doble de una bastarda, que picaba a hombres y ganado por igual. Si la pillabas dormida podías pasar, pero si justo se despertaba, ¡ya te podías dar por difunto!.

Ya en tiempos más recientes se vio cómo unos silbidos volvían a aparecerse en ese lugar. ¡Resulta que un descendiente de aquel mal bicho estaba otra vez allí!. Mató a varias cabras con la picadura, y a punto estuvo de llevarse también a alguno de nosotros por delante.  Cogieron unos matojos y les prendieron fuego justo a la entrada de aquella mala cueva. Al final sonaron los silbidos otra vez, y el bicho no pudo salir, a pesar de la fuerza que hacía el condenado. Acabó muriéndose asfixiado. Nunca se vio bastardo o bicha igual en la vida por esos pagos.

 

Fuente: Jiménez Elízari, I. (2006). El paraíso maldito. Madrid: Editorial EDAF, S.A. (p. 135).

La Toma del Baluarte de Montánchez

 

LA TOMA DEL BALUARTE DE MONTÁNCHEZ

La toma del baluarte de Montánchez se debe a una serpiente que muestra a los cristianos el camino que han de seguir para llegar al corazón de la fortaleza defendida por los almohades. Estando un sábado acampados junto a la fuente del Trampal, una enorme serpiente con su cabeza cubierta de una mata de pelo, pasó por medio de las mesnadas cristianas sembrando el pánico entre los caballos ya dispuestos para el ataque. Antes de que pudieran imaginar, la serpiente había desaparecido de su vista. Los caballeros siguieron su rastro entre espesos y altos matorrales y no tardaron en dar con su guarida. Era ésta un amplio túnel que comunicaba directamente con el castillo. Y fue por este pasadizo por el que penetraría un grupo de los más aguerridos cristianos para tomar la fortificación.

Sorprendentemente no encontraron rastro ni nunca supieron de la fabulosa culebra peluda que los había guiado hacia la victoria. Cuenta la leyenda que se trataba de una núbil princesa agarena que, cual Melusina, cada día del final de la semana tomaba forma de serpiente, aunque conservando su cabeza humana, y por el recóndito pasadizo bajaba hasta la fuente del Trampal a peinarse los dorados cabellos. Al considerarla culpable de la derrota, su padre, el caíd, maldijo a la virgen mora, que desde aquel fatídico día vive transformada en serpiente bajo las huras del castillo. Sólo la noche de San Juan recobra su forma de mujer y se la ve pasear sobre las almenas portando en la mano una vela encendida.

 

Fuente: Domínguez Moreno, J. M. (2008). Animales guías en Extremadura (II) I. Revista de Folklore, 28b, 331, pp. 3-17. Recuperado de http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?id=2499

El Puente de Alcántara

EL PUENTE DE ALCÁNTARA

La ciudad de Alcántara surgió mucho después de la construcción del puente, en época visigoda. Más tarde, los árabes la llamaron Kantara As-Saif, el Puente de la Espada. No se sabe a ciencia cierta el motivo de este nombre, pero existen varias leyendas que hacen referencia a este hecho. Algunas cuentan que hay una espada de oro enterrada en el puente. Otra dice que la espada del rey godo Rodrigo permanecía colgada del arco más alto del puente.

 

Fuente: El puente romano de Alcántara (s. f.).  Recuperado de http://www.viajarporextremadura.com/cubic/ap/cubic.php/doc/El-puente- romano-de-Alcantara-291.htm